Presentación

Durante todo el año 2021, además de ser la sede de la cumbre global de ciudades del Pacto de Milán, Barcelona será Capital Mundial de la Alimentación Sostenible 2021

  • Barcelona acogerá y apoyará una serie de eventos e iniciativas, tanto en la ciudad como en el entorno metropolitano, en los que la alimentación sostenible, justa y sana sea el principal elemento vertebrador.
  • Barcelona desplegará políticas y proyectos alimenticios para situar la metrópoli de Barcelona como referencia en este ámbito.
  • Barcelona construirá una estrategia de políticas alimentarias con horizonte 2030

La capitalidad de la alimentación sostenible es una palanca para impulsar una transición alimentaria con la que se consiga estos objetivos :

Mejorar la salud de las personas fomentando dietas saludables

La alimentación es un factor clave en nuestra salud. Los alimentos son la palanca más potente para mejorar la salud humana y la sostenibilidad ecológica del planeta. Según los expertos, en las próximas décadas es necesario duplicar el consumo de alimentos saludables y sostenibles como frutas, verduras, legumbres, frutos secos y semillas, priorizando su producción ecológica y local. También es necesario reducir significativamente los consumos de azúcares añadidos y grasas saturadas, así como la proteína animal (especialmente carne roja), priorizando la carne que proviene de ganadería ecológica y extensiva.

Las dietas inadecuadas, basadas en comida rápida y en alimentos ultraprocesados, se han convertido en un peligro creciente para ciertos sectores de la sociedad. De hecho, en Barcelona, el 10% de los niños entre 3 y 4 años sufren obesidad infantil.

Ya sea por una dieta inadecuada o por la ingesta de tóxicos, la alimentación se vincula con un 70% de las muertes por enfermedades crónicas no transmisibles (incluidas un 25% de las formas de cáncer).

Combatir la emergencia climática impulsando cambios drásticos en los sistemas alimentarios

Para conseguir los objetivos de reducciones climáticas necesarias para garantizar la continuidad de la vida en la Tierra tal y como la conocemos, es necesario impulsar cambios drásticos en los sistemas alimentarios.

El año de la capitalidad tendrá lugar pocos meses después de la Cumbre del Cambio Climático de Naciones Unidas en Glasgow y servirá, entre otros, para profundizar en la relación entre sistemas alimentarios y la emergencia climática.

Fortalecer las economías locales sostenibles impulsando estas economías

El sector alimenticio es una pieza principal de la economía catalana. La apuesta por la alimentación sostenible, además de ser una apuesta por la salud de las personas y el planeta, es también una gran oportunidad para impulsar a las economías locales y sostenibles.

Más de un 68% de la ciudadanía de Barcelona está dispuesta a comprar alimentos ecológicos y de proximidad para hacer frente a la emergencia climática.

La ciudadanía de Barcelona está ampliamente predispuesta a apoyar a las economías arraigadas en la alimentación sostenible. A través de la producción, distribución y venta de alimentos justos, sanos y sostenibles, se genera una oportunidad de beneficio económico para los agentes vehiculadores de la alimentación sostenible, especialmente para el campesinado local, el sector de la restauración sostenible o el pequeño comercio. Con sus prácticas agrarias y comerciales, refuerzan el equilibrio territorial, preservan el mosaico característico del paisaje agrícola, respetan la soberanía alimentaria de los países del sur global y contribuyen a combatir la emergencia climática.

El año de la capitalidad de la alimentación sostenible 2021 es también una oportunidad para visibilizar, regenerar y celebrar los vínculos de interconexión e interdependencia entre el campo y las ciudades.

Una Capitalidad en tiempo de pandemia

La Covid-19, entre otras muchas cosas, ha puesto de relieve las vulnerabilidades de los sistemas alimentarios en tres frentes:

  1. En primer lugar, la agricultura y la ganadería industriales están intensificando la pérdida de hábitats de otras especies y están creando las condiciones idóneas para que los virus emerjan y se propaguen.

  2. En segundo lugar, esta crisis ha puesto a prueba la resistencia de las cadenas globales de suministro de alimentos .
  3. En tercer lugar, entre los efectos de la crisis económica que ya empieza a extenderse, se vislumbra un incremento significativo de la desigualdad y la pobreza alimentaria , sobre todo en clave femenina.

Por eso, centrarnos en la alimentación sostenible es de vital importancia para desarrollar y mejorar nuestra resiliencia y dar respuestas adecuadas, rápidas, justas y efectivas a futuras situaciones de emergencia, como por ejemplo las vinculadas a la emergencia climática.